Antonio Pérez Carmona
Antes de entrar de lleno a definir el término libertinaje, vamos a determinar su origen etimológico. De esta manera, descubriremos que emana del latín y concretamente de la suma de dos partes muy bien diferenciadas: el vocablo libertinus, que puede definirse como aquella persona que no tiene límites, y el sufijo –aje, que es equivalente a conjunto.
Libertinaje
El libertinaje es definido por la Real Academia Española (RAE) como el desenfreno en las obras o en las palabras. Por extensión, el libertinaje está asociado a las violaciones morales y a la falta de respeto a la religión.
El concepto procede de libertino, que es la persona que malgasta su fortuna en juerga y diversión. Suele tratarse de un sujeto nihilista y ateo, que sólo se preocupa por buscar los placeres corporales.
El libertino nace como un personaje literario entregado a la promiscuidad y el descontrol. En el siglo XVII, el término tenía connotaciones positivas ya que estaba asociado al desenfado, el ingenio y la aristocracia. Ya a finales de dicho siglo, el libertino pasó a relacionarse con el deudor, el apostador o el alcohólico. Fue por entonces cuando comenzaron a surgir cuentos de contenido moral que condenaban al libertinaje.
Quien incurre en el libertinaje, está exhibiendo una actitud irrespetuosa ante la ley, la ética y la moral. Suele decirse que el libertinaje es un abuso de la libertad (la libertad se transforma en libertinaje ante la falta de control o límite).
Y es que la libertad es la oportunidad de realizar las acciones que deseas, siempre asumiendo las consecuencias de las mismas y adecuándote a las normas jurídicas impuestas, mientras que el libertinaje es acometer todo lo que se quiere, sin sujetarse a ningún tipo de normas, sin respetar y sin hacer frente a las consecuencias de los actos.
Muchos son los campos que se establecen como áreas donde puede llevarse a cabo el libertinaje. Así, se considera que, desde el punto de vista social, aquel estaría presente en lo que es el conjunto de las drogas, en la adicción a las mismas, e incluso en el robo para conseguir lo que se desea.
En el ámbito de la economía, el libertinaje se muestra a través de lo que es el despilfarro incontrolado del dinero en todo tipo de lujos y caprichos. Por supuesto, este término también adquiere presencia relevante en el caso de la religión y es que esta establece muy claramente que aquel no debe producirse, ya que las personas deben acatar y cumplir a rajatabla los diez mandamientos: no matar, no cometer actos impuros, no mentir, no robar, no codiciar los bienes ajenos…
El libertinismo, por otra parte, es un movimiento cultural que se origina en el siglo XIII en Europa y que promueve el espíritu libre. Los libertinos sostenían que la perfección divina se hallaba en la naturaleza y que no existía el pecado si el hombre actuaba de acuerdo a la atracción natural por los placeres físicos
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