Autor: Antonio Pérez Carmona
Definidos como “ejecutivos boomerang”, muchos líderes son contratados de nuevo para gestionar una gran empresa tiempo después de su jubilación.
¿Cómo se valora la experiencia hoy en día?
-Yo estoy jubilado… Pero siempre he intentado mantenerme al tanto de lo que pasa en el mundo. Me gusta pensar que puedo contribuir de alguna forma. La formación empresarial, para mí, siempre ha sido una experiencia maravillosa, por lo que si siempre puedo ayudar de una forma significativa, estaré encantado de hacerlo.
En Estados Unidos se valora menos la experiencia que en Europa.
Si uno se fija, puede ver que los ejecutivos europeos tienden a ser mayores que los estadounidenses. En estados Unidos se jubilan a los 65 años y en Europa nacen a los 65. Creo que la edad y la sabiduría se respetan más en Europa o si me apuran en Asia, más que aquí.
¿Qué es más importante, la previsión, planificación, ejecución o seguimiento de la estrategia es decir la estrategia per se o la capacidad para ejecutar dicha estrategia?
Sin lugar a dudas, la ejecución de la estrategia. Puedes tener la estrategia perfecta, pero si no tienes la habilidad para ejecutarla, no importa lo buena que sea, fracasará. Pero esto tampoco quiere decir que no se necesite una estrategia. Claramente, la mala ejecución da lugar a múltiples fracasos, y los fracasos destruyen la esperanza en una organización. La ejecución, sin embargo, es algo que no es considerada como una disciplina atractiva. La estrategia es lo que atrae a la mayoría de las personas: las grandes ideas y las visiones inspiradoras, pero el trabajo del detalle, el dedicarse a diseñar analíticamente los pasos de una implementación requiere un enorme esfuerzo emocional, intelectual y creativo. La moda en el manejo gerencial está en hablar de estrategias, pero no de ejecuciones. Sin embargo, es en la etapa de la ejecución donde está la mayoría de los problemas. La ejecución se está convirtiendo en la disciplina más importante en el mundo empresarial. La excelencia nace de ejecutar brillantemente.
Es muy importante contratar y formar a la gente. Las mejores compañías son perfectamente conscientes, de ahí su posición. Si emplea mucho tiempo en desarrollar y formar a la gente, tienes una empresa mejor.
¿Qué debemos tener en cuenta sobre la integración del “pensamiento positivo” en empresas líderes”?
Los buenos ejecutivos son gente positiva, lo que no quiere decir que sean personas poco realistas.
No estamos hablando de una nueva filosofía, siempre ha habido altos ejecutivos que han sido positivos. Pero quizás este sea un factor más importante hoy en día de lo que ha sido en el pasado.
Es muy importante ser positivo .tener esa cualidad o característica en el perfil de un líder.
Por ello, una de las actitudes más importantes de un gran líder es la de pensar en positivo, además, tienen que ser éticos, motivadores, y que sepan anticiparse. Dicho de otra manera, tienen que poder predecir lo que va a ocurrir y sin embargo, tener un ego modesto, no un gran ego, lo cual no suele ser muy común.
Hay que enseñar “optimismo” en las empresas.
Siempre va a haber gente que vea el vaso medio lleno, y gente que lo vea medio vacío. Y se trata de animar a que vean el vaso medio lleno, porque esa es la actitud correcta. Insisto, esto no quiere decir que no sean realistas, sino positivos. Para enseñar a ser positivo, creo que lo ideal es que el líder sepa establecer una actitud y que la gente intente seguirla, adaptarla, y conseguir así que toda la empresa piense de una forma positiva.
Por último, hay que asegurarse de que la empresa para la que trabajas, sea grande o pequeñas, pone suficiente énfasis en la ejecución y que todas las decisiones empresariales que se adopten deben pasar la prueba de la “realidad”. Se suceden demasiadas circunstancias y se hacen demasiados planes que no son realistas.
Las sugerencias serán bien recibidas y atendidas, con la premura que requiera la importancia de las mismas, contactando a través del correo electrónico: carmona.apc@gmail.com
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