Una sorpresa al principio para desembocar en una gran alegría, cuando he visto entre mis manos una de mis piedras favoritas, el ámbar. Los estudios recientes del ámbar de España tienen sus inicios a mediados de los 90 del siglo XX, cuando miembros del Museo de Ciencias Naturales de Álava descubren en Peñacerrada (Álava) uno de los yacimientos más importantes del mundo en inclusiones de ámbar del Cretácico Inferior.
Desde entonces se han encontrado otros yacimientos con inclusiones, pero hasta el momento Peñacerrada es el que cuenta con miles de inclusiones de artrópodos. En 2005 un equipo de investigadores españoles y extranjeros, dirigidos desde la Universidad de Barcelona, inicia el estudio pluridisciplinar de los yacimientos de ámbar del Cretácico de España, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Desde entonces se han descubierto y estudiado varios yacimientos, entre los que destacan el de San Just en Teruel y el del Soplao en Cantabria, por su calidad y abundancia de ejemplares fosilizados.
El ámbar, árabe o succino (del latín succinum) es una piedra semipreciosa compuesta de resina vegetal fosilizada proveniente principalmente de restos de coníferas y algunas angiospermas. Etimológicamente su nombre proviene del árabe عنبر, ámbar, significando “lo que flota en el mar”, ya que éste flota sobre el agua del mar, aunque originalmente se refería al ámbar gris. Es de color marrón claro normalmente, aunque existen variedades amarillas, tono miel y verdosas. Inmediatamente la relaciono con nuestra joya linense que, entre sus muchas virtudes y habilidades, tiene la de nadar, su pericia y el darse a los demás. Y hace que su experiencia profesional tenga que ver con ello.
Monitora de natación durante varias temporadas, especializada en ancianos y técnicas terapéuticas, contando para ello con estudios que la acreditan como de gran nivel: Monitor titulado por la Real Federación Española de Natación, Técnico en primeros auxilios de Salvamento y Socorrismo Acuático, Hidroterapia y Actividad Acuática adaptada en Parálisis Cerebral, Trastornos Sensoriales y otras discapacidades por la Universidad de San Pablo CEU, Asistente al primer Congreso Internacional de Actividad Acuática, organizado por la Universidad de Murcia, Vicerrectorado de Estudios y postgrado.
Como no podía ser de otra manera, nuestra joya linense tiene como signo zodiacal cáncer, en la que el elemento principal es el agua.
Profundamente intuitivo y sentimental, cáncer puede ser uno de los signos más desafiantes de todos los signos zodiacales por comprender. Las emociones de cáncer son muy fuertes y, cuando se trata de la familia y la casa, nada puede ser más importante para ellos. Comprensivo y empático, cáncer está muy unido a la gente que lo rodea. Debido a estas cualidades, su formación complementaria la lleva a adquirir conocimientos a través de cursos como:
- El celador ante el paciente geriátrico, El Celador en quirófano, El Celador en Unidades de Cuidados Críticos (525 horas en Universidad Rey Juan Carlos)
- Celador Sanitario FAFFE (Homologado por la Junta de Andalucía 270 horas
- Celador Sanitario (Prácticas Profesionales en Hospital del S.A.S. en La Línea 120 horas)
- Cuidados Generales del Paux de enfermería en la hospitalización (Fundación para la Formación de Estudios Sociales y Sanitarios 120 horas).
Su signo cáncer dice que la fidelidad es la palabra clave, algo que nuestra joya exhibe en su ADN (proceder diario); un signo de agua, como escorpio y piscis, se manejan primero con los sentimientos, y por eso necesitan sentirse seguros antes de acercarse a él para expresar sus sentimientos más profundos. Son personas que sienten empatía, son hábiles para canalizar el dolor los demás o su sufrimiento. Nunca he visto un signo zodiacal que se ajuste tanto.
Su satélite regente es la luna, que hace que cáncer se comporte de una manera rara con las personas que tienen tendencia a acercarse directamente. Pero cáncer no intenta ser manipulador. Él solamente tiene la necesidad de elogiar previamente, para luego sentirse lo suficientemente seguro, y así no poner en riesgo el posible rechazo. La luna le da la habilidad de una brecha psicológica que cáncer puede hacer progresar durante toda su vida, si así lo elige.
Volviendo al ámbar, el origen de éste se relaciona con los árboles, éstos producen la resina como una protección contra enfermedades e infestaciones de insectos, cuando la corteza de un árbol es herida debido a rotura o a un ataque por escarabajos de madera u otros insectos, bacterias u hongos. Después de exudar al exterior, la resina se endurece por polimerización en el interior de rocas arcillosas o arenosas, algunas veces calizas, que se formaban en zonas deltaicas de ríos, generalmente con mucha materia orgánica asociada, y se han conservado en su interior durante millones de años.
El ámbar es un resto fósil, ya que es una sustancia orgánica y su estructura no es definida. Su composición varía dependiendo del árbol del que proviene, aunque todos tienen terpenos o compuestos que son comunes en las resinas endurecidas.
Los colores del ámbar son muy variados: amarillo (el más común), naranja (coñac), rojo (cherry), blanco, café (cajeta), verde azulado y “negro” o musgo (tonos oscuros de otros colores), que son menos frecuentes que el amarillo. De estos colores se desprende una amplia gama de tonalidades.
El primer lugar que se tiene registrado como fuente original del ámbar es la región del Mar Báltico. La pieza de ámbar más antigua trabajada por el hombre data de hace 30.000 años y se encontró en Hannover, Alemania. En España está presente desde el Solutrense de la cueva de Altamira.
Hemos leído las grandes virtudes y atributos que adornan a nuestra joy. Hoy se encuentra realizando trabajos que no tienen nada que ver con su formación, pero su espíritu inquieto y activo les hace aceptar tareas por debajo de sus cualidades y esperando siempre esa llamada que estoy seguro será beneficiosa para ella, pero sobre todo para la empresa empleadora.
El gran poeta Antonio Machado la ilumina con su poema:
“Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar… Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar “caminante no hay camino, se hace camino al andar…”.
Para mayor información, contactar con carmona.apc@gmail.com
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