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Antonio Pérez Carmona

El Rincón del Formador: La idea empresarial y el emprendedor (II)

Antonio Pérez Carmona.

Autor: Antonio Pérez Carmona

LA IDEA DE NEGOCIO
En principio la aventura empresarial gira casi siempre en torno a una idea, esa intuición, observación, casualidad e incluso iluminación, que nos hace ver la oportunidad de un posible negocio a desarrollar.
La idea, a pesar de lo sorpresiva que pueda ser en ocasiones, no constituye un hecho aislado, sino que en general, es producto de una reflexión consciente e inconsciente a través de un determinado proceso.

Las ideas pueden ser más o menos complejas, originales o innovadoras, pero lo importante es que constituyan el motor y la motivación para iniciar la aventura de emprender un proyecto empresarial.

La idea empresarial debe basarse en los siguientes principios básicos:

a) A partir de una oportunidad de negocio en mercados poco abastecidos, de nueva creación o con un alto potencial de crecimiento:

– La idea viene determinada por las necesidades del mercado, por ello se orienta la empresa para cubrir una necesidad ya existente.

– Los cambios sociales y técnicos que tienen lugar son fuentes constantes de nuevas oportunidades empresariales.

– La idea viene determinada por el mercado, y el empresario solo tiene que saber observarla y estructurar su proyecto para dar respuesta a la misma.

b) Conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o negocios concretos

– Los promotores poseen un sólido conocimiento de un mercado concreto, en el que normalmente han trabajado con anterioridad e intentan ocupar una posición en el mismo, creando una empresa.

– No se trata de aprovechar una oportunidad de negocio, sino de ocupar con más fuerza que la competencia un sector de ese mercado, gracias a los conocimientos del mismo.

c) Como desarrollo tecnológico

– A partir de un proceso de innovación o de transferencia de tecnología, que suponga el desarrollo de un producto o servicio mejorado o no existente.

– También puede desarrollarse un proceso de producción que abarate costes o aumente la calidad, es decir, que favorezca la ventaja competitiva.

d) Sobre la base de un proceso de externalización productiva
– Esto supone la demanda inicial de la nueva empresa.

e) Simplicidad del negocio
– Personas que buscan una salida a su situación laboral y eligen actividades de escasa complejidad.

– No puede hablarse en estos casos de auténticos empresarios, sino más bien de empresarios forzosos que, al desconocer el mundo de la empresa y no tener una clara vocación hacia el mismo, orientan sus pasos hacia actividades que requieran pocos conocimientos técnicos y cuyo funcionamiento pueda aprenderse con facilidad.

Pero una vez que tenemos la idea, son varias las preguntas que hemos de hacernos antes de seguir adelante con el proyecto:

• ¿Se trata de una idea realista?

• ¿Es efectivamente viable?

• Las necesidades reales que la idea pretende satisfacer, ¿No están ya cubiertas de modo suficiente por la competencia ya establecida?

• ¿Se está en condiciones de acometerla?

• ¿Su rentabilidad va justificar los esfuerzos necesarios para ponerla en marcha?

Por ello toda idea empresarial debe de ser:
• Factible
• El promotor debe ser capaz de materializar la idea en un determinado producto o servicio.
• Novedosa o necesaria para la sociedad.
• Debe producir beneficios suficientes.

Otro aspecto a tener en cuenta cuando se trata de poner en marcha un proyecto empresarial en torno a una idea concreta, es la ilusión y la confianza que los promotores tienen en la misma. Creer de forma decidida en la idea elegida y enfocar su desarrollo con entusiasmo, es un factor determinante a la hora de llevar el proyecto a la práctica. Negocios que en principio parecían poco viables han tenido excelentes resultados gracias al tesón de sus promotores. En cambio, ideas que se preveían excelentes han fracasado como consecuencia de una falta de entusiasmo en las personas que estaban detrás de ellas.

Las sugerencias serán bien recibidas y atendidas, con la premura que requiera la importancia de las mismas, contactando a través del correo electrónico: carmona.apc@gmail.com

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