Antonio Pérez Carmona
Guía infalible para ser un buen manager
Por TOBÍAS ACUÑA
Tú eres el capitán del barco, si se hunde, te hundes con él.
Ser manager es un cargo desafiante. Si pensamos que hacernos cargo y tomar responsabilidades por nuestros actos puede hacerse complejo, imagina hacer lo mismo con las responsabilidades de otras personas, de grupos completos de trabajo. El manager es el encargado de hacer funcionar los grupos humanos que mueven a la empresa y el resultado cae completamente en sus hombros.
Para realizar esta labor de buena manera se requieren de ciertas habilidades humanas importantes, mucha empatía, inteligencia emocional, montones de energía positiva, comprensión, determinación, entre otras cosas. Definitivamente es un gran desafío pero uno muy interesante por lo demás. Tener la capacidad de administrar grupos humanos te da enormes ventajas laborales y una muy buena tasación en el mercado.
Si estás algo agotado del cargo o vas a comenzar prontamente a desempeñarlo, acá van algunos consejos que pueden serte bastante útiles para comenzar con el pie derecho.
- Desarrolla sus talentos, motívalos e innova
Nunca te contentes con lo que están entregando. Pide más, ayúdalos a desarrollarse, a exigirse siempre más y mejores ideas. Sé innovador y flexible y motívalos a dar el 100% de sus talentos. La competencia también es un buen método de superación personal. Genera competencia en tu equipo pero no rivalidad. Lo más importante siempre es que son un grupo que trabaja por un mismo fin pero el desarrollo laboral y personal son claves para la carrera de toda persona. Invítalos a crecer con tu gestión.
- Asume la culpa cuando las cosas salen mal
Nunca jamás culpes a tu equipo de los errores. La tarea de un manager precisamente es sacar la mayor productividad de cada persona. Si eso no está ocurriendo, si tu oficina incurre en errores, retrasos e ineficiencias el único culpable eres tú y sino asumes la culpa estarás haciendo el ridículo con tus jefes y poniendo a tu equipo en tu contra.
- Sé productivo y enfócate en los resultados
Establece desde el principio metas claras. Objetivos personales y por equipo. Mantente al tanto constantemente de sus avances en las metas. Pregúntales cómo van, si van retrasados aconséjalos, revisa caso por caso. Premia a quienes vayan adelantados, dales flexibilidad de horarios e incentivos. Enséñales a hacer un mejor uso del tiempo y presiónalos, siempre de buena manera pero haciéndoles saber que no hay espacio para fallar.
- Sé duro
¡Recuerda! Como manager tu misión es simple: Hacer más efectiva a la gente que te rodea. No vas a lograrlo complaciendo a todo el mundo. Debes asumir que en algún momento tu gente va a odiarte, es parte de ser jefe. Lo importante es que tengas la capacidad de transmitir que son todos un equipo y que sin importar lo que pase tú nunca los dejarás solos. Que tu tarea es hacer que se cumplan las metas y que harás todo lo que sea necesario para alcanzar los objetivos.
- Escuda a tu equipo
No hay peor director técnico que el que critica a sus jugadores en público. Es exactamente lo mismo en la administración. Un manager que habla mal de su equipo en público jamás será un buen motivador y su gente terminará por desconfiar de él. Hazles sentir que tienen tu respaldo y que serás el primero en salir a defenderlos en caso de críticas.
- Aprende a decir que NO
El manager es el único dueño del NO en el equipo. Debes tener la capacidad de saber decir que no, parar en seco y de inmediato las actitudes o comportamientos que no estén beneficiando al conjunto y su productividad. Debes tener claro que nadie más que tú, pondrá el no. No se trata de estar estableciendo prohibiciones constantemente sino saber evitar los comportamientos que consideres nocivos para tu equipo de trabajo. Sé enfático respecto de ellos desde el principio y no debiera haber mayores problemas.
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