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Antonio Pérez Carmona

¿Eres un líder?

Por: Antonio Pérez Carmona

Nunca se es demasiado joven para ser un líder. Entre los párvulos de una guardería existen líderes. El liderazgo no es cuestión de edad, sino de actitud. Con la actitud y las acciones adecuadas se puede ser líder sin necesidad de tener unos cuantos años de más. En este artículo te damos unos consejos que te ayudarán a potenciar la aparición de ese líder que llevas dentro.

Comienza tu preparación pronto

Un líder se forja desde los cimientos, que en este caso son la educación. La capacidad de liderazgo no aparece de un día para otro, requiere trabajo y cuanto antes empieces mejor. Ser delegado en el instituto o universidad o pertenecer a alguna asociación juvenil pueden ser posibles comienzos.

Fórmate para ello

Aprovecha todo lo que se presente y no esperes a acceder a grandes escuelas o programas de formación. No necesariamente hay que asistir a “famosos cursos”, fíjate en referentes, empleados modelo o conocidos que realizan o se comportan en acciones que a nosotros nos gustaría ser igual.

Estudia la cultura de tu empresa

Para ser un buen líder tiene que conocer bien lo que te rodea, y para ello lo mejor es saber bien de qué va la cultura de la empresa en la que trabajas. Si quieres acceder al liderazgo dentro tu compañía, tus valores tendrán que coincidir necesariamente con los tuyos. Solamente a través del conocimiento tomarás decisiones acertadas.

Aprende constantemente

El aprendizaje y la formación tiene que ser continua. Nunca lo sabrás todo y cuanto más sepas, más te darás cuenta de lo poco que sabes, siempre hay alguien que te supera, no lo envidies, acércate y aprende de él. De todo se aprende y tienes que ser una auténtica esponja, absorber todo el conocimiento posible y adquirir sabiduría. No por saber más vas a aumentar tu capacidad de liderazgo, pero la información es poder, recuérdalo. Cuanto más sepas, más sencillo te será tomar ciertas decisiones. Recuerda el principio de Peters “ todos tenemos un nivel de incompetencia” es extraordinario conocerlo, conozcamos nuestras fortalezas y debilidades, trabajemos en éstas últimas para convertirlas en las primeras.

Identifica problemas y ayuda a los demás

Entre otras cosas, porque posiblemente necesitarás que luego te ayuden ellos a ti. Si hay algo de lo que todo el mundo se queja, trata de informarte y ponerle solución. Ser voluntario para tareas de organización puede parecerte una locura, pero también te ayudarán a ganar la confianza de jefes y compañeros, y la confianza el vital para el liderazgo. Se solidario, piensa en dar a cambio de nada, te hará más fuerte.

Conecta con los demás

No es necesario que seas amigo de todo el mundo, pero sí que mantengas un tono cordial y distendido. Conectar con las personas que te rodean y saber comunicarles tus logros sin alardear es imprescindible para crear a tu alrededor un aura de liderazgo.

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