Antonio Pérez Carmona
¿Por qué nos cuesta tanto aceptar compromisos con el largo plazo?
Aquellos directivos que no se concentran en el largo plazo, suelen encontrarse en un gran atolladero. La empresa es la vida real, sus intérpretes se repiten (las finanzas, los consumidores, los usuarios, la tecnología, la calidad, el comportamiento, el sacrificio…..) aquellos constructores de catedrales de la Edad Media, trabajaban una vida entera cuando sabían que sus frutos se verían cien o más años después, crear una gran empresa es como plantar un árbol, llegará a su esplendor treinta años después, en casa tratamos de inculcar a nuestros hijos valores y actitudes que le servirán veinte años después cuando sean adultos y así podríamos continuar con más ejemplos.
Tendremos que reconocer que el largo plazo existe y que debemos adoptar perspectivas pensando en él, un mensaje para todos esos amigos jóvenes embarcados en estudios y en búsqueda activa de empleo, pensad que todo cuesta pero con esfuerzo, empeño y disciplina termina por lograrse y luego viene el no perder lo conseguido, con técnicas de largo plazo.
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