fondo

Antonio Pérez Carmona

El mayor activo de la empresa: el empleado

 

Autor: Antonio Pérez Carmona

El círculo virtuoso de la compañía, empieza con el empleado motivado y formado, de esta manera será más productivo, se equivocará menos, atenderá mejor al Cliente y la satisfacción de éstos potenciará su fidelización, cliente que compra con asiduidad genera empleo, la empresa es rentable  y puede cuidar mejor a sus empleados,

La formación del empleado es muy importante, como he dicho anteriormente, trabajará con más calidad y aumentará su capacidad de aprendizaje y sus posibilidades de progresar a puestos con más responsabilidad.

No hay que olvidar que la motivación es producto del ambiente laboral, del respeto de los jefes para con sus subordinados, pero las palmadas en la espalda no dan bienestar a sus familias, los sueldos deben ser justos, las exigencias de la empresa y la respuesta del empleado van de la mano con un salario acorde al trabajo que se desarrolla.

Las peticiones de los empleados deben ser escuchadas, es conveniente que un portavoz de ese colectivo esté siempre informado de las políticas y estrategias de la compañía, de esta manera, la información a través de la comunicación será fluida y veraz, acabando con las rumorologías que tanto daño hacen. No es descabellada su presencia en los comités de Dirección, aunque no tengan derecho a voto.

El reconocimiento a un trabajo bien hecho y prolongado en el tiempo, debe ser reconocido y propagado, en muchas ocasiones solo damos pábulo a sus meteduras de pata, con reacciones fuera de los límites de la gravedad del error cometido.

Muchos miembros de la plantilla, están constantemente dedicados a las demandas y necesidades de la empresa, sin que ésta de muestras de agradecimiento, las horas extras no deberían ser una norma, el personal se ve abocado a realizarlas por necesidades de supervivencia o imposiciones de los jefes, que si no se cumplen pueden terminar en despido.

Suena a cuentos de hadas, que esas horas fueran muy de tarde en tarde, que las estacionalidades (vacaciones, enfermedades) o tareas previstas con antelación (inventarios, rebajas) fueran cubiertas por nuevos empleados, pagados con las horas extras que llevan los asiduos y éstos con un sueldo digno, no se verían obligados a realizarlas.

No hay que obviar, que las jornadas maratonianas solo producen, cansancio y con  ello errores, stress y como consecuencia bajas por enfermedad.

Para terminar, es importante cuidar el ambiente laboral, pero estoy casi seguro que todo lo anterior ayudaría a ello, crearía gran afecto por la compañía y una buena convivencia. Es importante que la información/comunicación sea bidireccional.

Hay otros caminos para conseguir esa motivación, los incentivos deben formar parte de los beneficios (becas, guarderías, libros de textos, cheques de comidas, pago de la gasolina, créditos a bajo interés y largo plazo, etc.)

Deja un comentario

Back to Top