Autor: Antonio Pérez Carmona
Después de conocer y asumir que todo lo que se mueve alrededor del ser humano está expuesto al cambio, entorno, clima, tecnología, tendencia, etc., la necesidad de cambio en las organizaciones se ha convertido en un imperativo de supervivencia hoy en día. Pocos gestores existen que no se preocupen de ser proactivos a los cambios, ya que diariamente hay posibilidad de llevarlo a cabo, es lo que llamamos “cambio permanente”.
Con esa actitud ante los cambios que vienen dictados por el entorno, seremos capaces de asumirlos y la reacción será efectiva, positiva y rápida. Además de ser proclive a los cambios, debemos prepararnos, tanto en la formación como en lo emocional y ser capaces de compartir con nuestros colaboradores, los mismos objetivos- actitudes. Y somos conscientes también de que no podemos limitarnos a un enfoque meramente reactivo en nuestro trabajo. Tenemos que ir más allá. Si cambiar es necesario ¿qué cualidades se precisan para hacer frente a estos cambios?
Muchas veces, el cambio parece no ser necesario a corto plazo y cambiar por cambiar no siempre conduce a una posición interesante, pero siempre debemos estar ojo avizor, lo que hoy no parece tener razón de ser, mañana exige un cambio drástico. La primera cualidad es, por tanto, tener una visión, que ese cambio tenga un objetivo claro.
Siete son las actitudes que deben adornar a los integrantes de la organización y que para adaptarse a los cambios, son requisitos indispensables:
El Coraje (No es la simple ausencia de miedo, sino la conciencia de que hay algo por lo cual merece la pena arriesgarse, convirtiendo la amenaza en oportunidad.
La Responsabilidad (La capacidad de respuesta a los errores, los cambios, los fracasos y las crisis que nos presentan la vida. El verdadero éxito no es posible a menos que seas responsable y vivas todo revés como una gran oportunidad de aprendizaje).
La Voluntad (Propósito y entrega para lograr que un sueño se haga realidad. Más hace el que quiere, que el que puede).
La Humildad (Nos permite ver las cosas como son, sin las deformaciones que genera la lente de la vanidad.
La Confianza (Permite asumir retos aparentemente imposibles y superarlos. La confianza es la fuerza que nos eleva hacia los anhelos).
La Amistad (El mayor de los poderes, que se manifiesta en la acción conjunta de las personas que combinan sus talentos para hacer que los sueños individuales y colectivos se hagan realidad en pos del bien común.
Como último poder La Unión y la Cooperación (Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil. Sin cooperación no hay progreso ni prosperidad y por supuesto no se pueden llevar a cabo, los cambios que demanda la cotidianidad del hacer diario).
Las sugerencias serán bien recibidas y atendidas, con la premura que requiera la importancia de las mismas, contactando a través del correo electrónico: carmona.apc@gmail.com
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