Autor: Antonio Pérez Carmona
3. LA IDEA DE NEGOCIO
En principio la aventura empresarial gira casi siempre en torno a una idea, esa intuición, observación, casualidad e incluso iluminación, que nos hace ver la oportunidad de un posible negocio a desarrollar.
La idea, a pesar de lo sorpresiva que pueda ser en ocasiones, no constituye un hecho aislado, sino que en general, es producto de una reflexión consciente e inconsciente a través de un determinado proceso.
Las ideas pueden ser más o menos complejas, originales o innovadoras, pero lo importante es que constituyan el motor y la motivación para iniciar la aventura de emprender un proyecto empresarial.
La idea empresarial debe basarse en los siguientes principios básicos:
a) A partir de una oportunidad de negocio en mercados poco abastecidos, de nueva creación o con un alto potencial de crecimiento:
– La idea viene determinada por las necesidades del mercado, por ello se orienta la empresa para cubrir una necesidad ya existente.
– Los cambios sociales y técnicos que tienen lugar son fuentes constantes de nuevas oportunidades empresariales.
– La idea viene determinada por el mercado, y el empresario solo tiene que saber observarla y estructurar su proyecto para dar respuesta a la misma.
b) Conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o negocios concretos
– Los promotores poseen un sólido conocimiento de un mercado concreto, en el que normalmente han trabajado con anterioridad e intentan ocupar una posición en el mismo, creando una empresa.
– No se trata de aprovechar una oportunidad de negocio, sino de ocupar con más fuerza que la competencia un sector de ese mercado, gracias a los conocimientos del mismo.
c) Como desarrollo tecnológico
– A partir de un proceso de innovación o de transferencia de tecnología, que suponga el desarrollo de un producto o servicio mejorado o no existente.
– También puede desarrollarse un proceso de producción que abarate costes o aumente la calidad, es decir, que favorezca la ventaja competitiva.
d) Sobre la base de un proceso de externalización productiva
– Esto supone la demanda inicial de la nueva empresa.
e) Simplicidad del negocio
– Personas que buscan una salida a su situación laboral y eligen actividades de escasa complejidad.
– No puede hablarse en estos casos de auténticos empresarios, sino más bien de empresarios forzosos que, al desconocer el mundo de la empresa y no tener una clara vocación hacia el mismo, orientan sus pasos hacia actividades que requieran pocos conocimientos técnicos y cuyo funcionamiento pueda aprenderse con facilidad.
Pero una vez que tenemos la idea, son varias las preguntas que hemos de hacernos antes de seguir adelante con el proyecto:
• ¿Se trata de una idea realista?
• ¿Es efectivamente viable?
• Las necesidades reales que la idea pretende satisfacer, ¿No están ya cubiertas de modo suficiente por la competencia ya establecida?
• ¿Se está en condiciones de acometerla?
• ¿Su rentabilidad va justificar los esfuerzos necesarios para ponerla en marcha?
Por ello toda idea empresarial debe de ser
• Factible
• El promotor debe ser capaz de materializar la idea en un determinado producto o servicio.
• Novedosa o necesaria para la sociedad.
• Debe producir beneficios suficientes.
Otro aspecto a tener en cuenta cuando se trata de poner en marcha un proyecto empresarial en torno a una idea concreta, es la ilusión y la confianza que los promotores tienen en la misma. Creer de forma decidida en la idea elegida y enfocar su desarrollo con entusiasmo, es un factor determinante a la hora de llevar el proyecto a la práctica. Negocios que en principio parecían poco viables han tenido excelentes resultados gracias al tesón de sus promotores. En cambio, ideas que se preveían excelentes han fracasado como consecuencia de una falta de entusiasmo en las personas que estaban detrás de ellas.
4. ANÁLISIS DEL OBJETIVO DE LA IDEA DEL PROYECTO
Lo primero es definir nuestra idea mediante un resumen de las principales características del proyecto. Este resumen debe ser al tiempo realista y atrayente, de forma que los posibles interlocutores puedan tener una idea global del proyecto y se sientan obligados a profundizar en el mismo.
Cuando un tercero lea el Planteamiento de nuestra idea empresarial buscará respuesta a una serie de preguntas básicas y esperará encontrarlas en este resumen. Hay que redactarlo de una forma clara y concisa, evitando las generalidades y el lenguaje excesivamente especializado.
Básicamente, las preguntas que alguien se formulará al recibir el plan, son las mismas que uno se haría si le ofrecen participar en un negocio.
¿En qué consiste el negocio?
Hay que explicar brevemente en qué consiste el negocio que se quiere poner en marcha, cuáles son los objetivos principales a largo y medio plazo y qué estrategia general se piensa seguir. Se debe explicar brevemente cuáles son los productos o servicios que se ofrecerán.
¿Existe mercado para este negocio?
Hay que convencer que la empresa va a situarse en un mercado con suficiente demanda para asegurar su futuro y su crecimiento. La mejor forma de convencer es aportando datos reales de algún estudio previo, por sencillo que haya sido. Si se dispone de una lista de clientes o de referencias más que mejor.
¿Qué diferenciará a la empresa de la competencia?
Debe existir algún factor diferencial en la empresa que lo haga distinto a las demás. Si no, al inversor le resulta más práctico invertir en alguna empresa que ya esté en marcha haciendo lo mismo. Además habrá que indicar como se va a mantener esa diferenciación. También hay que indicar con qué recursos económicos y humanos se cuenta. Si se dispone de licencias o patentes, habrá que mencionarlo, pues esto aporta seguridad al inversor.
¿Qué futuro espera a la empresa?
La mayoría de los posibles socios o inversores buscarán un rendimiento a medio plazo en una empresa con futuro. Hay que explicar cuales son las previsiones de crecimiento y sostenerlas con datos de la forma más objetiva posible, indicando cómo se va a financiar este crecimiento y sobretodo, cuál va a ser el rendimiento esperado del negocio.
¿Qué riesgos hay que afrontar?
Hay que realizar una breve discusión, de forma realista, de los riesgos que se van a asumir, indicando su alcance y como se van a hacer frente.
¿Puedo fiarme de este emprendedor?
La mayoría de los inversores profesionales admiten que, en el fondo, acaban decidiéndose a favor de un proyecto, fundamentalmente, por el carácter del emprendedor o del equipo emprendedor. Un buen plan sin un buen equipo al frente no llegará muy lejos. Una forma de demostrar la capacidad de llevar adelante un proyecto es siendo realista y objetivo, o en otras palabras: profesional.
Si importante es el proyecto en si, no menos importantes son las personas encargadas de promoverlo, por lo que en este apartado se deberán presentar las personas que se encuentren detrás del proyecto, indicando sus conocimientos en el campo empresarial, formación, experiencia y cuantos datos sirvan para demostrar su competencia.
5. LA CREATIVIDAD
Las empresas de éxito deben ser, necesariamente, creativas e innovadoras, ya que es la única forma de:
a) Diferenciarse de forma clara e importante de la competencia
b) Dar razones de peso a los clientes o consumidores para que elijan sus productos o servicios y no los de la competencia.
Las empresas de éxito, son ganadoras porque son diferentes, no porque hagan las mismas cosas que hacen todas las demás y para ser diferentes hay que ser creativos.
La creatividad puede ser aprendida, mejorada y desarrollada a voluntad.
¿Cómo se crea una nueva idea? Una idea nueva no es más que la unión de dos o más ideas o conceptos preexistentes.
– Ideas o conceptos existentes con anterioridad.
– Que dan lugar a una nueva IDEA.
Las personas tienden a ser más creativas si desarrollan las siguientes cualidades:
• Flexibilidad mental
• Curiosidad
• Tolerancia
• Tendencia a posponer los juicios
• Capacidad de visualización
• Persistencia
Existen cuatro técnicas que permiten potenciar la capacidad creativa de las personas y de los grupos de trabajo:
– El análisis de los atributos: todo producto, servicio o proceso está compuesto por distintas partes y la unión de las funciones individuales de cada una de esas partes es lo que produce el resultado final.
– Para mejorar un producto, servicio o proceso es necesario mejorar, de forma independiente, una o varias de las partes que lo integran.
– La parrilla de ideas: Generar gran cantidad de ideas en un periodo relativamente corto.
– Las sesiones creativas: “Brain Storming” (Tormenta de ideas).
– Las sesiones de generación individual: Primero se trabaja de forma individual y luego en grupo.
El objetivo de todas las técnicas creativas es la generación del mayor número de ideas, de “la cantidad, se obtendrá la calidad”.
Existen dos criterios básicos como puntos de referencia para la evaluación de las ideas:
1.- Capacidad de la idea para responder a las condiciones, recursos, características, potencialidades y disponibilidades reales y prácticas de la empresa.
2.- Capacidad de la idea para acercarse lo más posible a la solución ideal establecida inicialmente.
Toda idea se basa en los siguientes conceptos claves:
a.- El emprendedor debe elegir una idea factible que sea capaz de materializar en un determinado producto o servicio, novedosa para la sociedad y que le produzca unos beneficios suficientes.
b.- La idea ha de ser creativa, ya que así nos diferenciaremos de lo que ofrece la competencia y los clientes elegirán nuestros productos o servicios.
c. – La creatividad puede ser aprendida, mejorada y desarrollada a voluntad.
CONTINUARÁ…………….
Las sugerencias serán bien recibidas y atendidas, con la premura que requiera la importancia de las mismas, contactando a través del correo electrónico: carmona.apc@gmail.com
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